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37 Así murió el rey Acab. Unos hombres llevaron su cuerpo a Samaria y lo sepultaron allí. 38 Los hombres limpiaron el carruaje de Acab en el estanque que está en Samaria, y los perros lamieron la sangre del rey Acab. También las prostitutas usaron el agua para lavarse. Todo ocurrió tal como el SEÑOR había dicho.

39 Todo lo que hizo el rey Acab durante la época que gobernó en Israel está escrito en Las crónicas de los reyes de Israel. Ahí también se comenta sobre el palacio de marfil y todas las ciudades que el rey construyó.

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